25 de noviembre de 2012

46.- La noche antes de la conquista de la ciudad

El día anterior al ataque definitivo, el 28 de mayo de 1453, los otomanos cesaron en todas sus escaramuzas y se dedicaron a rezar, con el propio Sultán inspeccionando las tropas y animando a sus soldados para la batalla final. En el interior de las murallas de la ciudad el Emperador Constantino IX reunió a los habitantes y soldados en la Catedral de Hagia Sophia para rezar y arengar a los resistentes en la que fue la última ceremonia del imperio Bizantino.


«Los turcos se apoyan en las armas, la caballería, la infantería y el número, mientras nosotros nos entregamos al Señor, Dios y salvador nuestro, y después a nuestras manos y nuestras fuerzas con que nos ha gratificado el poder divino. Os ruego y suplico hagáis honor y obediencia debida a vuestros jefes, cada uno según su categoría, grado y servicio. Sabed bien que, si observáis sinceramente cuanto os he dicho, yo espero, con ayuda de Dios, evitar el justo castigo que Dios nos envía».

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