El emperador bizantino Constantino XI Palaiologos se vio obligado a suplicar ayuda al Papa de Roma, pasando por encima de 400 años de incomunicación debido al Cisma de Oriente de 1054 por el cual se separaron definitivamente la Iglesia Católica de Roma y la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla, con mutuas excomuniones incluidas.
En los años del Cisma laa situación había sido justo la inversa, el Papa León IX había enviado emisarios a Constantinopla para que le ayudaran ante la amenaza Normanda que venía del norte de Europa. Por una cuestión de títulos, protocolo y de quien-dijo-qué se rompieron relaciones y se negaron legitimidades, con la quema incluida de bulas papales en el altar de Santa Sofía de Constantinopla tras la huida de los emisarios del Papa de Roma.
Y desde entonces...
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